Orgullosa de sus espinas vivía un rosal
Y cada mañana estiraba sus ramas
Nadie podrá ni siquiera tocarme
Bella soy y protegida estoy se decía.
Cerca de allí había una silenciosa mata
No tenía espinas ni tallo fuerte
La rosa muy orgullosa ni lo miró
Era un tierno y delicado clavel.
Pero llegó la primavera
Y todas las flores sus pétalos abrieron
Oh! Cuanta belleza y aromas había
Y la rosa la reina de todas se sintió.
Un día a la rosa la soledad le afectó
Y al voltear a la derecha al clavel vio
Quién es ése guapo doncel se dijo
Y su corola al máximo abrió
Muy intranquila entonces se sintió
Su mirada allí siempre se fijó
El clavel que púrpura corola tenía
De ella también se enamoró
La pasión y el deseo los devoraba
Ella quería correr a sus brazos
Y él ardoroso con ansiedad la esperaba
Sus sentimientos estaban hecho pedazos
Se dijeron tú no puedes venir a mí
Ni yo no puedo ir donde ti
Felices seremos si nos abrazamos
Estiremos nuestras ramas y nos alcanzaremos
Cada día con gran dolor y esfuerzo
Sus ramas estiraban añorando tocarse
Pasaron días y ya estaban por abrazarse
Sus anhelos estaban por realizarse
Pero Oh! Desgraciada suerte
Cuando ya podían tocarse
En el último y sumo esfuerzo
Las espinas pincharon al clavel
El clavel herido de muerte
Lánguidamente empezó a morir
La rosa al ver morir a su amado
Del orgullo de sus espinas renegó
Hoy el rosal desdichado y triste
Con sus flores ya marchitas
Y su orgullo destrozado
Sólo espera morir como su amado.
Lima, 16 de octubre del 2017