Con tiempo en mis manos, y nada que hacer.
Opté por viajar a lo que fue mi ayer.
Me subí en las alas de la imaginación
Llegué hasta mi barrio, que amé con pasión.
Recorrí sus calles sedientas de asfalto
Me llegué a la esquina, la del gran farol
Y junto a mis viejos amigos de infancia
A coro cantamos canciones de amor.
Pareció que el tiempo detuvo su andar
Nadie había cambiado, éramos los mismos
Con las mismas faltas, con los mismos sueños
Los mismos anhelos, de un mundo mejor.
Subí a los balcones en donde jugué,
Por horas sin cuenta, sin tiempo que hacer
Y llegó a mí el eco de viejos pregones
Los cuales me hicieron querer responder.
Mi barrio querido que mucho te extraño,
Talvez el progreso ya te eliminó
Pero sigues vivo igual que en antaño.
Mientras tenga vida te recordaré.
(Miguel Ramos-Valdés)