-La realidad de muchos chilenos, y personas por el mundo
Desearía rozar el cielo
y enriquecerme con esas monedas doradas
sentir el calor de una madre en una caja abandonada
Cuando la ciudad se pinta de negro
las voces deambulan como almas olvidadas.
Ya no distingo al vivo con el muerto
y el vino es lo que tengo
El agua se ensucia cuando la toco
es que no soy pozo claro,
soy el lodo.
Tengo marcas de zapatos
lustradas en mi cara.
Manos atadas
como un limosnero a su taza manchada
Mi alma, perdiz rápida,
no quiere ser cazada.
La libertad descansa en la imaginación
mientras mis pies descalzos
sangran bajo el sol.
Quisiera una noche fría
para que conozcan la bondad.
Quisiera que los cartones fueran un techo de verdad
Qué la imaginación se hiciera realidad
Soy el niño sin cara,
soy una voz unificada,
soy una muerte más asegurada.