Deborah Jana

El otro lado

-La realidad de muchos chilenos, y personas por el mundo

 

Desearía rozar el cielo

y enriquecerme con esas monedas doradas

sentir el calor de una madre en una caja abandonada

 

Cuando la ciudad se pinta de negro

las voces deambulan como almas olvidadas.

 

Ya no distingo al vivo con el muerto

y el vino es lo que tengo

 

El agua se ensucia cuando la toco

es que no soy pozo claro,

soy el lodo.

 

Tengo marcas de zapatos

lustradas en mi cara.

Manos atadas

como un limosnero a su taza manchada

 

Mi alma, perdiz rápida,

no quiere ser cazada.

La libertad descansa en la imaginación

mientras mis pies descalzos

sangran bajo el sol.

 

Quisiera una noche fría

para que conozcan la bondad.

Quisiera que los cartones fueran un techo de verdad

 

Qué la imaginación se hiciera realidad

 

Soy el niño sin cara,

soy una voz unificada,

soy una muerte más asegurada.