(Nota: Soy palindromista; hace muchísimos años, en el milenio pasado, escribí este palíndromo dedicado a una amiga de nombre Ana. Hoy lo quiero compartir con quienes tengan la bondad de leerlo... al derecho y al revés).
Ana
Ana fue eso: pétalo anual.
La yerba es amor
a leal dama así;
rima y oda mayor.
Al caminar es imán.
Ana mi ser anima
claro y amado.
(Ya, mi risa: ¡amadla!)
El aroma se abre, y allá,
una ola te posee ufana.