En mi corazòn te anido,
para que escuches los latidos,
tan fuertes, como ronquidos,
de mil huracanes dormidos.
En mi alma te acuno,
para que vendaval alguno
no se lleve tus pensamientos,
estèn siempre arraigados
en mi ser y sentimientos,
estèn tan cerca del pecho,
estremeciendo las fibras
de un corazòn,
henchido de amor
como es el mìo
y sepas lo que es amarte,
valorarte y respetarte
y como el màs fino diamante,
en el arcòn de mi alma guardarte
y con la màs dulce alegrìa,
dirigir siempre tus pasos
acompasados con los mìos,
llevàndote de mi mano,
para nunca jamàs soltarte
y en el transitar de mi vida,
junto a mì siempre llevarte.