Has dejado de leerme y yo...
He dejado de escribirte.
Has dejado de buscarme y yo...
He dejado de dolerte.
Eres como las estrellas, una noche puedes pasar horas ahí muy quieta, siendo tu, siendo tan bella
y a la noche siguiente sin aviso te ocultas tras una nube de olvido e indiferencia.
Como si no pudieras soportar que disfrute de ti, y lo único que deseas es desaparecer a la primer oportunidad.
Y yo, un par de ojos ciegos que siguen intentando ver a través de la inmensa oscuridad, con la esperanza de ver
justo ahí a lo lejos un poco de tu luz y saborear aunque sea de lejos tu belleza, pero sigues jugando a las escondidas
y yo tan frío, con los brazos entumecidos esperando a que brilles y me cobijes con un poco de cariño.
Dicen que no hay tal magía, que las cosas fantásticas ocurren solo en cuentos de hadas y esas cosas de niños pero
aquí dentro hay un pequeño que no desea crecer.
A veces es necesario abrirse de nuevo las heridas para seguir adelante, pero joder, ¿Como abrir una herida que ni siquiera has sido capaz de cerrar? o
¿Como diablos se hace para olvidar a una persona terriblemente imposible de olvidar?