El cielo se torna negro, calma.
Pasan las horas en espera, mirando.
Vuelvo la cabeza y veo árboles de colores.
Sobre el escenario la fiesta celebrándose
uno tras otro los bailaores cumplen
zapateando al son de las palmas.
Jalea el público mientras los árboles,
esos árboles que miran al cielo
se tornan de colores; rojo, azul, verde…
Miro abajo, arriba, suenan las palmas,
se mueven las ramas…
y, esas ramas de colores también
repiten una y otra vez, silencio, y…
y en el silencio se oye, ole, ole.
Higorca