Me acurruco en el remanso
del la esquina de una nube,
como un pájaro de fuego,
ataco al trueno del tiempo,
provocando el rayo al filo,
de los sueños olvidados,
aprovecho con la lluvia,
de los cielos mi descenso.
Huyo de la hipocresía,
que me ensucia con mentiras,
con algodones de azúcar,
engañando paladares,
escondiendo su veneno,
enmascarando palabras,
agrediendo entre susurros,
las vértebras de mi espalda.
Y no tapo mi mirada,
la muestro limpia y serena,
me enfrento a la vida,
a cada paso que doy,
jamás abracé soberbia,
ni la quiero ni preciso,
mi espejo es mi frontera,
me muestro tal como soy.
Azura Luna ( Lolaila)