Deborah Jana

La dicha de existir

 

¿Podría mi existencia

perdurar cómo lo hacen las montañas?

 

¿Iluminar mi alma el destello de

las ventanas en la madrugada?

 

Quiero que atraviesen mi mirada

quizás detener el tiempo

y absorber el mundo

en mis pupilas dilatadas.

 

Ser parte del constante frenesí

que ahoga mi aliento

en una eterna corriente

de energías cruzadas.

 

Pavimento caliente,

cuantos pasos dieron hoy

la multitud de los creyentes

 

Que no me delaten en la pasada,

quiero desplazarme,

y que el viento me empuje

con una caricia arrebatada.

 

Quisiera sentarme y reír,

que el futuro se escurre

entre mis manos,

no se puede prevenir.

 

Quiero perdurar,

quiero existir.

 

Como el río que fluye con agua de cristal

no quiero ser moldeada como la roca

que yace en profunidad

 

Quiero vivir,

quiero reír.

 

Vida mundana,

¿Porque mueves tanto a mi alma?

 

Paisaje largo,

flores amarillas

soles de cada día.

 

Éxtasis en la cima de la creación

pájaros volando alto,

no tan alto como yo,

 

Que perdure la alegría,

que permanezcan las maravillas

 

Ya quiero sentir el tacto de la vida

incrustándose en mi piel rejuvenecida.