Tú me dices que en donde me puedes encontrar,
Alma mía, tú me puedes encontrar en la lluvia
En lo imposible en lo que no te atreves a soportar
Tal vez en los ojos de un niño triste lleno de furia
Pero no deseas encontrarme, mi frenético corazón te espera
Y guarda con ansia su último suspiro para cuando te vea
Mi sueño frívolo se apaga en nostalgia y llanto
El odio inusitado que siento te ofrece mi respaldo
Mi dolor efímero empieza hacerse más corto
Me levante de mi rincón como si estuviera bien todo
El tiempo sufrido y desesperado llega a su destino
Y de tanto llanto los colores de mis ojos se han perdido
Dos cuerpos se acercan a mí, desaparece mi fija mirada
Te ves feliz y desesperada, y una sonrisa me traspasa el alma
Mi corazón revienta y la lluvia dentro de mí me pide calma
Promesas que nunca se cumplirán la sangre ya está derramada
A tu recuerdo lo deseche de nuestro absurdo mundo
Sigues caminando, sonriente e indiferente y ¿Por qué?
Porque gracias a Dios no me brota sangre del alma
Porque estoy de pie, alma mía, no significa que esté vivo.