No, no me preguntes ¿Por qué?,
pero la luna va naciendo en la distancia, y en su luz;
nace tu voz como eco que viene desde ayer,
nace tu sonrisa encantadora que se anida;
se anida en lo más cálido de mi temblorosa piel.
No, no me preguntes ¿Por qué?,
es el frío de ésta noche el que me hace verte;
verte aún sin conocerte y…
sentir la caricia sutil de tu voz;
como cálida brisa que pasa de repente.
Eres tú, sin estar presente…
eres tú, aun estando ausente;
eres quien agita las olas en mi mar ardiente,
ardiente de voces que solo tu comprendes.
Serás desde hoy la luciérnaga nocturna;
luciérnaga que mi alma enciende…
serás mi bosque favorito en el que aúllo mis noches,
serás lo que quieras ser y lo que no desees,
seremos amigos, hermanos y todas esas cosas
que la gente pregona por los rincones.
No, no me preguntes ¿Por qué?,
ya lo sabes y lo sabrás siempre,
mejor pregúntame ¿para qué?,
para que esperar a que la luz se asome,
para que estar lejos de lo que nos hace mejores.
Y… no, no, no me preguntes ¿Por qué?,
Solo mírame y sueña mientras lees…
sueña con éste y mil amaneceres,
y cuenta conmigo para estar, aún, estando ausente,
para escribir poemas dulces, por las frías noches,
para ser amigos, hermanos o… cómplices.
Silenciosamente…
Autor: Miguel Peralta López (Peralta 03).