Aquí en el silencio de mi alma,
persiste tu recuerdo,
se instala para hacerme compañía,
es un tesoro que defiendo,
guardia de mis días,
ángel que aparece de la nada,
sombra que preservo maravillosamente.
Aquí en la penumbra de la noche,
alerto mis sentidos,
descubro los sonidos del amor,
que acechan sin piedad al corazón,
vigilia que endulza las horas,
impregnando su fragancia suavemente,
como una caricia que no termina jamás,
ven al mágico mundo de mi sueños,
rebosa de alegría esta memoria,
que se quede intacta,
que no se borre nunca,
llueva tu presencia,
bendita que me inspira,
buscando compañía,
acudo complacida a mi versos,
con la prisa de escribir,
es un bello momento,
sin olvidos,
sin palabras,
solo un éxtasis,
que provoca la poesía.
Colombiana.-