Hacía frío en el campo solitario,
pisando nieve suave a diario,
entre risas y juegos caminamos
Guerra de bolas blancas, carcajadas
que cruzan las montañas heladas
volviendo con el eco congelado
A lo lejos hay una casa con luz
en sus ventanas de color naranja,
nos acercamos con esperanza
Llegamos a la puerta cálida,
llamamos con campanas doradas,
nadie responde, la puerta se abre
Entramos intrigados, algo helados,
en el largo pasillo un solo abrigo
al final un salón grande, cálido
Dos sillas, seis velas encendidas,
música suave, una botella de ron,
en un rincón una estufa de cartón
Dibujado un cajón para cenizas,
el sentido del tiempo nos fascina
cuando las llamas giran al revés
Llamas de mil colores se acercan
a las paredes descubriendo pasión,
un corazón que espera ser salvado
Nos dió calor teniendo frío,
nosotros le dimos otra oportunidad
de amar a este corazón escondido
En las montañas canadienses
días grises, nieve en el alma
ÁGORA