Sueñame en las noches
de New York o California
o en las lloviznas de la
ciudad Colonial dominicana,
sueñame en el ulular de los
barcos que zarpan hacia la mar
en calma como tus ojos en octubre.
Sueñame, sueñame…
cierra el negro de
esos ojos color noche
y atrapa la esencia de mis dias
el incansable afan de la rutina
y salvame este dia
en tus sueños mios.
Alcanzame en el
sueño que te duerme
y besame en el beso
de tus labios con los mios.
Vayamos a la torre Eiffel
y en un abrazo por el rio Sena
seamos el uno para el otro.
Sueñame en Paris
que casi llega el otoño
y la vida se repite
a cada instante
y solo tu puedes salvarme
de esta letania.
Salvame, salvame.
Salvame en tus sueños y en tu vida.
Sueñame en Moscu y la Plaza Roja
y en el mausoleo
robame unos besos,
entregame un te quiero
que me sea infinito.
Ahora…
Ahora es el instante
en que busco nubes
para hacerte flores
y ando buscando lluvias
para que las llores.
Sueñame mi bien,
en la Catedral de Santo Domingo,
con sombrero blanco
en cualquier domingo,
caminando tras de ti
en la calle el Conde
absurdo afan
de salvar almas,
absurda brevedad
que llaman vida.
Tu sueñas
junto a mi en
el asfalto de
la calle Las Damas
y me Confirmas
en tus sueños,
bien amada.
Es urgente
ese sueño que me eres
esta onirica ironia
la procesion de los recuerdos.
Se agota la lluvia
en esta noche
y el viento, casi frio
retoza
en tus pupilas.
Quiere dormirlas
para que sueñes conmigo.
Sueñame,
sueñame contigo
acaso en Praga
o Florencia como sino.
Divaga, divaga en el infinito
tu sueño en mi presencia,
se han dormido tus ojos
en los mios.
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