Se quebro la copa
y todas las cosas tuyas
que ahora son mias.
Se desato la risa
como el heno q lleva
la tierna brisa.
Derrochamos la miel
la noche,la mañana,el mediodia
hasta incluso
el filo de los cuchillos
a golpe de martillos.
Que arbol con su sombra
nos resguardaria?
tu rabioso y altisimo ego
mis exentas ironias
son solo costumbres
de majaderias.
Son cadenas que jalamos,
gimiendo
utensilios sucios que dejamos,
aun finjiendo.
Todos esos pendientes
que olvidamos
en un sotano.
Reincidentes.
Reposa tu sangre
y baila con la escoba
honorables manos integresen
con las ollas
que los menesteres
de este hombre y esta mujer
se estrellen
vertiginosamente
con la ternura de un Eden.