Con el pasar de los días he podido notar como se intensifica cada vez más el incesante palpitar de mis más eróticos sentidos
y mi imaginación hace ahínco en los más recónditos y oscuros rincones de mi mente donde te siento, te inhalo, te absorbo.
Cada molécula, cada poro, cada centímetro de mi ser es un manojo constante de deseo
Y no logro asimilar como podría yo resistir un segundo más sin saciar esta sed de tus labios,
sin satisfacer esta necesidad de sentir el roce de tu piel junto a mi cuerpo.