Terminaríamos hoy
Lo presentía estaba seguro de que pasaría. Ya mi mente incluso empezaba a extrañarla
Y a darme el valor para olvidarla.
Pero entonces, conteste su llamada y en un juego de palabras y buenas noches intentaba despedirme para siempre.
Fue entonces cuando en el afán de querer saber cómo estaba, caímos los dos desnudos en nuestros recuerdos llenos de amor y lujuria.
Le recordaba como la desvestía con la mirada y ella me contestada con su sonrisa pícara, que me estaba esperando.
Somos jóvenes enamorados de los buenos momentos juntos.
E ahí el problema uno de los dos dejaba de ser joven.