Hijo...
Eras tan pequeño, el mas indefenso !
Con ternura te cargaba yo; fuiste creciendo, así como mi orgullo de ser tu madre.
Nadie me dijo como serlo, fue mi instinto el que me enseño, pero mas me enseñaron tus pasos, porque mucho aprendí de ti.
Aprendí de tu independencia, que en la vida no hay ataduras ni anclas que no te dejen navegar, que así como llegas, así te vas !
El día que te fuiste a otras tierras sin importar el bienestar del que aquí gozabas... esa vez me quede triste, pero con una gran lección... Que nada te \"ata\" que nada es indispensable.
Te fuiste a probar suerte y la suerte ha sido un poco chiflada, porque juega escondidillas, pero tu has salido siempre a su encuentro.
Hijo, como madre, siempre le pediré a Dios que te cuide y te proteja; Eres un gran orgullo, un ejemplo a seguir, cuando yo sea grande... Quiero ser como tu !!!!
Maria Esther Martínez V.