Conciencias se desgastan
y aún se anudan...
en el arco
desnutrido de la tarde,
entre gasas...
desbocadas de amarillo
por la gracia imperturbable
de su empaque,
y entre heridas
se marchitan
y alimentan...
en la escarcha
deshojada de secreto,
entre labios...
desnudados de belleza,
por la gloria...
imperturbable de su beso.