Cuando vivo en la rutina
vuelven a mí las putas tendencias autodestructivas
que cada tarde prometo dejar
y en la noche incido en dejarme llevar.
La gravedad en mi cuerpo parece aumentar
cuando tomo la decisión de volver a comenzar,
los insomnios después de los 25 comienzan a pesar
y el metabolismo se niega a ayudar.
Aunque en los últimos meses he podido lograr
las cosas que he querido alcanzar,
la confianza me frena
y de retroceso comienzo a marchar
¿qué será lo que debe pasar,
para que aprenda que no le debo dejar la vida al azar?
Aunque parece que hago lo pertinente,
no puedo dejar de sentirme negligente,
saber que trabajo a medio motor y algo más
me incluye a propósito en el pool de gente común
y me comienzo a amargar.
Le tengo mucho miedo
a un límite poder encontrar
de poner el cien, ¿seré la única cifra porcentual
que piensa así? Si no es exclusivo, díganme quien más
comparte el vicio de jugar a fracasar.