Déjenme con mi voz,
Ella me responde.
Déjenme con mi corazón,
Él no es dañino.
Déjenme con mi razón,
Ella no se contradice.
Déjenme con mi intuición,
Ella siempre predice.
Si cada loco desdichado,
Dejara al que lo aflige
Sé que realmente,
Nos permitiríamos ser más felices.
Pero el humano es tan enroscado;
Como un laberinto sin salida
Como una rata en una jaula
Con las puertas falsamente abiertas
Y un miedo ambivalente de ansias
Por salir.
JULIETA IALLORENZI
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