Cae con fuerza la lluvia esa tarde
moja las hojas que apenas resisten,
otras se vuelan al paso del viento,
cubren el parque dorados encantos.
En una charca se agita la loica
ve mi presencia y detiene su baño,
mas en su asombro se vuelve de prisa
mira de lejos y emprende su vuelo.
Sobre mi cuerpo del agua empapado
impermeable de gotas cristales,
siento en mis ojos la nieve ligera,
pronto despierta el anhelo de antaño.
Tras de la lluvia aparece su imagen
de faz lozana y cabellos rizados,
es un placer infinito y muy tierno
de aquellos tiempos de amores y sueños.
Lupercio de Providencia