Deborah Jana

La espera

16

 

Podría ser el cielo

el instante preciso

marcado en tus ojos

 

Preciosa niña

de las alturas

caes de un clavel

sostienes la vida entera

en el filo de tus labios

y tensas el destino,

o mi aliento

acercándose a tu boca.

 

Tu piel, tabaco cubano

eres ingenua

malabarista de mi alegría.

Raíz de insánidad

de un tacto

o quizás

del impacto completo

 

Preciosa criatura

proviénes de la tierra

de la humedad

satisfaces al pueblo

Y tus pechos al deseo

como cigarra al río,

sollozo a desesperación

 

Podría escribir

toda una vida

para captar tu inocencia

Velar la muerte

por tus caderas

 

Eres ardor

del fuego más intenso

mina de tormento

oro bruto del condenado

 

Preciosa sombra

de la penumbra

tu reflejo evidencia 

la sensatez de mi demencia

elevación divina

la espera

ansiada

de tu cuerpo.