Es el tiempo simple…
El de todos, el tuyo
el que no preocupa a nadie
el que pareciera ser sobrante
el que no interesa
el que no significa…
El aparentemente perdido
el que sí, puede sumar
sin que se esté buscando
la suma por la suma misma…
Es aquel tiempo de siesta
que va trepando escalas,
sumando espacios
enhebrando agujas
para zurcir la tela
que irá vistiendo la vida
que irá completando
los espacios propios
los tuyos
los espacios de todos…
El que amplía horizontes,
el que visualiza
a la distancia
orillas nuevas…
El tiempo simple y propio
que genera compromiso
rebeliones y despiertan fuegos
que parecían apagados, muertos
o al menos
en suspenso
con llama desfalleciente,
sin brisa que avive ese fuego
que siempre creó nuevos calores
iniciando balbuceos
que llegaron a ser voces
que oír se hicieron…
Que el tiempo que va pasando rápido
no apague lo que siempre se ha sentido
como válido y necesario
para enhebrar la aguja
requerida para zurcir la tela
que vestirá la vida
que aun nos queda.
Dialogando siempre
con palabras
razonando
madurando el tiempo
que aún nos queda
para endulzarlo
y compartirlo
con un abrazo…