Todo era a mi alrededor el campo en su soledad
Pero yo ajeno a lo que ocurría no me daba cuenta
De que el riachuelo desaparecía y yo tenía más edad
Ya no se veían patos ni se oía el croar de la rana la tarde era lenta.
Ahora desde el borde de mi cama,
se oye el incesante tráfico,
se interrumpe la dulce calma,
el ruído me recuerda que vivir es trágico.
Vivir es trágico y dulce a la vez
Porque somos plantas esperando primaveras
Ayer éramos jóvenes pero ahora llegó la vejez.
Te acuerdas de como eras
Por suerte algo loco sin sensatez
Disfrutando de todas las quimeras.