En la esquina azul de mi salita,
bañada a la luz de la hoguera
se esconde tímida una luciérnaga,
entre esquina y hoguera, vuela y vuela.
En el techo gastado, donde apenas brilla la madera
En azul está la esquina,
en rojo anaranjado la hoguera,
entre los tres ángulos, vuela y vuela la luciérnaga.
Afuera está la luna, acompañada de su estrella,
adentro la esquina, el fuego y la madera,
Y de pronto por una rendija, se fuga la luciérnaga.