Hará una semana que encontré un tarro vacío encerrado entre cuatro paredes de un cuarto oscuro de la casa que habito. Este cuarto es el único que carece de ventanas y luz eléctrica. Hay una bombilla colgando del centro del techo, pero sin que sepa la causa ,nunca ha funcionado.
La habitación a la que entré a buscar guisantes para sembrar, es una celda de esta prisión a la que me ha conducido, no sé si la vida entendida como destino, o yo mismo como voluntad. La habitación oscura siempre ha sido la más enigmática de esta casa que habito desde que tengo uso de razón. La vivienda la construyó mi padre para veraneo y fines de semana. Y ese cuarto estuvo destinado únicamente para albergar a mis abuelos. frente la luminosidad del resto de la casa, el cuarto carece de alguna abertura al exterior.La habitación oscura fue construida como el resto de la casa, entre 1975 y 1978. El cuarto oscuro fue la última habitación que se hizo, y en cierto modo se trató una sutil venganza, consciente o no , de mi padre hacia sus padres, a los que detestaba tanto como a mí. Este último conocimiento lo tuve años más tarde, ya mis abuelos fuera de este mundo y yo distanciado de él, e instalado en esta casa que tanto sufrimiento me está causando. Por aquel entonces, en la época de mi niñez, apenas había residencias. Empezaba a hablarse de ellas, pero estaban mal vistas esta institución. Entonces de decía que las residencias estaban destinada a deshacerse de los familiares envejecidos. Hoy se piensa lo contrario, que es lo mejor para los ancianos. En treinta años han cambiado mucho las cosas para las residencias. Entonces los hijos que dejaban a sus padres en residencias, eran señalados por el resto del vecindario como gente que rompía la convivencia y el orden familiar. De este modo, durante mi niñez mi familia más que velar, cargo, con nuestros ancestros de buena o mala gana. Y mi padre los metió en este cuarto oscuro, como a lo mejor hicieron con él de niño. De este modo el siniestro círculo familiar se cerraba en ese oscuro karma de la habitación en la que entraba con una linterna. la luz quedó detenida ante un tarro vacío que no recordaba haber dejado junto los guisantes. El tarro perecía un tarro normal de mermelada , sin embargo, me sobresaltó la imagen pegada al cristal , donde en vez del nombre de una marca del producto, se mostraba el rostro de mi amiga Loli Giménez. Ella aparecía angelical con su ondulada melena tumbada con la mirada clavada en el cielo. ¿ era una señal su posición, una indicación que aclaraba mi destino donde debía atravesar el infierno para llegar el cielo invocando su nombre? apoyado a su mejilla aparecía a su perro que descansaba con ella. Mi mano cogió el tarro sobresaltado para abrirlo- la bombilla tras crepitar intermitentemente empezó a brillar cada vez más fuerte, pasando de un tenue amarillo a un intenso blanco cegador formando un espacio infinito en la habitación. No recordé que era la bombilla que no iba. La cara de Loli y el perro despareció de la etiqueta, surgiendo la de Dalí acompañadas de una bellas letras de colores formando la palabra” liberame” Instintivamente abrí el tarro. La primera sensación fue una corriente de aire saliendo del tarro formando una nube que me envolvía. Resplandores de rayos intermitentes de colores rojos, amarillos, rosas, morados, cruzaron la habitación. Del tarro vacío empezaron a salir mariposas negras y mis manos se llenaron de cristales. El tarro había explotado sin darme cuenta. Más tarde caí en la cuenta que este efecto fue producto de mi mente, lo que se conoce como poder temático, inducido por la palabra liberame. Entre los cristales había un papel doblado en forma de barquito de papel que desdoble cuidadosamente, pudiendo leer un poema de Loli Giménez . Entonces su bella y dulce voz resonaba en mi mente de forma tan angelical ,que repetía su nombre cayendo de rodillas entre los cristales escuchando su poema recitado por ella que se encontraba trabajando en la oficina a varios kilómetros de distancia:
“Qué queda de mi
si no el aire
de un tarro vacío
que, antaño,
repleto de
dulces
y golosinas,
las manos agotaron
con ávida glotonería.
A dónde va el
aire de un tarro
olvidado
ignorado
arrinconado
porque está vacío
y ya no
las manos pueden
amarrar
ni el azúcar ni el color
que un día, antaño,
todo lo llenó.
Qué queda
si no hay nada
y la nada a dónde va”.
Imágenes de cuadros Dalí recorrían el techo las paredes. La habitación oscura donde dormían hace veinte años mis abuelos bajo una cruz en medio del cabezal de la cama, ahora parecía una capilla sextina surrealista con relojes derritiéndose, tentaciones de san antonio pasado por las paredes, el crucifijo flotando por el aire, vírgenes sodomizadas por su propia castidad bailando por el suelo. Desconozco cuanto tiempo pase en esa habitación ,ni durante cuantas horas estuve llorando y sufriendo dentro de ese poema, ni cuantas veces pronuncié el nombre de Loli conmovido, desesperado, asustado, necesitado de su compañía, de su compasión, de su espíritu.
al salir del cuarto oscuro arrojado por una fuerza invisible, sentí vibrar mi cuerpo y desvanecerme ante la luz natural. La cafetera estaba en marcha y el café caía de la misma apagando algunas llamas azules del hornillo. apague el fuego . Retiré la cafetera cogiendo una taza del fregadero sin mirar si estaba limpia para servirme un poco de café. La cámara de grabar esta en marcha filmando la escena. Yo estaba en el primer plano de la cocina entre un alicatado de motivos frutales amarillos de fondo. El poema de Loli me abría las puertas de la percepción de mi propio destierro. La cocina de la casa que habito da con una terraza volante que se levanta unos 6 metros sobre el patio. Luego está el jardín ,y tras este, el monte que rodea por detrás y un lado la casa. Realmente es un desierto habitado lo que existe en mi universo. si abro la puerta de la cocina y observó el mundo exterior, al este surge el mar. A primera hora de la mañana, cuando salgo con los perros se ven aún las luces de los barcos pesqueros muy cerca de la costa en la madrugada. seguramente están sacando las redes del mar por última vez ese día que empieza, cuando ellos regresan a puerto. La aurora rojo anaranjada como un huevo saliendo del mar, desvela la forma de los árboles, de las montañas, del pueblo de vall d´uixo sobre el que se encuentra mi casa en una pequeña colina consagrada a San Antonio. Desde allí se adivina el pueblo en sus construcciones sus diferentes edades. El centro, lo más hondo, noble y viejo. Edificado con piedra y teja azul. El campanario de la Asunción y las bóvedas de sus capillas emergiendo sobre el resto de pequeños y oscuros caserones, repletos de laberintos y fuentes centenarias bajo los cuales se ocultan necropolis musulmanas. Del centro, separado por barrancos y avenidas aparecen talladas las fincas obreras como colmenas. Patios de vecindades , ventanas como pequeñas celdas. atraídos por la flor del trabajo, los hombres fabriles fabricaron la miel, la riqueza de esta zona, hasta que el trabajo se extinguió quedando relegados a turba de colmena ociosa y corrompida. Flores de la miseria y del castigo. Días de un suplicio mortal que espera su venganza en forma de revolución, porque la evolución no llega a la conciencia.
II parte.
Mis días son un suplicio mortal en este lugar. En el cuarto oscuro el subconsciente se libera. En la luz me marchito. EL dolor es mi compañero. No conozco la alegría desde hace años. La muerte me acompaña en vida. La depresión me distrae. La desgracia me alivia. EL fracaso me conforta. La desmotivación me adapta. Me levanto con energía. Soy joven aún y lleno de salud. Las fuerzan no me han abandonado. Trabajo la tierra con placer, hasta que caigo rendido de súbito. me desconecto por pensamiento estériles. Una noticia, un suceso, un recuerdo, me obligan a pensar en el y escribir sobre ello. En esos momentos estoy muerto. los días pasan rapidísimos en la misma posición, en el mismo lugar. EL futuro se cierra a gran velocidad. se acerca demoledor el porvenir. No comprendo muy bien si he muerto de forma real o no. A veces pienso que si, quiero borrarme como un cuenta de facebook de la vida. La ira me salva en ocasiones de hacerlo más que el miedo. No me preocupa la muerte, ni la pobreza. mis fantasmas me ayudan en este equilibrio entre el ser y la nada. Represión, amenazas policiales me acompañan en este desierto. Estoy vigilado y castigado a llevar una vida insatisfactoria, pobre y miserable, sobre la que debo escribir y dar fe a las autoridades diariamente. Todos los días les hago un informe al ayuntamiento a este respecto a través de las redes sociales. En esta largas noche he escrito mucho sobre esto. Los 120 de cuaresma se han convertido en las mil y unas noches de cuaresma. Pero las he cruzado sin darme cuenta, serán ya más de 3.000 días de cuaresma a través de más de tres mil artículos. Yo soy mi juez, mi verdugo, mi Virgilio. voy cruzando los diferente niveles de exclusión, bajando cada vez más y más en los círculos de castigo. Cada paso que doy en este escabroso camino, es un nuevo estigma, una nueva llaga que sana el alma capitalista- agricultura ecológica, activismo social, literatura, en ellas voy dejando el poso de mi vida que gotea en un tarro con mi nombre para que otros lo consuman. Quiero ser devorado por la gente. No quiero amor, solo ser comido dentro de un tarro. quizás alguien un día lo encuentre. Quizás pueda fundirme en el tarro de Loli y ella me comporta llevando trocitos míos entres sus manos que reparta entre los necesitados :
Tomad y bebed de este tarro el cuerpo de angelillo, pues él , estuvo en la zona. ¿ qué vio allí, que pasó en ese lugar, no lo sé? Yo solo sé que al regresar de la zona tenía barba, el pelo largo, vestía túnica palestina usaba una larga vara como los pastores. Sus ojos perecían desvelar todos los misterios, y hablaba de amor entre los hombres. curaba a obesos con verduras ecológicas y dietas. A los desempleados les daba faena en el campo. a los vagos y borrachos bastonazos. empezamos a llamarle sabio y maestro cuando nos reuníamos y nos hablaba de la zona. A él acudieron los ecologistas del L´arquet, podemos vall d´uixo, dos sindicatos la Sat y la CGT, organizaciones agrícolas alternativas como la xac, y muchos creyentes entre los que yo me encuentro. Sus palabras hermanos míos las iba escribiendo y metiendo en un tarro vacío, que se iba llenando de dulce sabiduría. Una vez intente ir a la zona, pero el paso estaba prohibido por la policía local. ¿qué es la zona, no sé? Pero debía ser algo maravillo porque habían mandado las autoridades gente con trajes anti guerra bacteriana, estaba el ejercito y la policía guardando el lugar, y él ayuntamiento mandado por una ambiciosa alcaldesa decía que era suya la zona. yo solo conozco lo que él me contó.
III. La zona.
La zona es un perímetro en la actualidad restringido y abandonado de vall ´d uixó donde está interviniendo el sistema colisionado con otros sistemas. Se trata de un sistema frágil y complejo, un ensayo de problemática global donde se tiene que actuar a nivel local. Presentan estructuras obsoletas como acueductos romanos visigodos, acequias musulmanas, molinos medievales, formando una red de otros sistemas derrocados por los hombres y que son una trampa cebo para turistas. Lo más interesante de la zona son sus cambios. En estos momentos está en transformación. Vegetación, fauna, trabajos tradicionales están siendo extinguidos mediante la intervención de un sistema implícito muy agresivo bajo el sistema explicito natural que lo permite. Este sistema secundario, oculto, el de interés políticos económicos, ha penetrado en una zona que ha estado abandonada durante décadas y de este modo preservada. Dicen que fue un socialista llamado por su numero de carnet: ciento cincuenta y uno, que paseando con su perro por este lugar que odiaba, porque su perro Adolf Guerra se llenaba de pulgas, vio un día a unos gigantes europeos haciéndose fotos en los molinos derruidos. Se acercó a ellos y les preguntó servilmente haciendo referencias, pues ciento cincuenta y uno era socialista y felón:
¿ de verdad les gustan estas ruinas a los amos de europa?
Los gigantes europeos miraron al pequeño socialista y le contestaron:
en Alemania si tuviéramos esto, estaría bien cuidado con sus molinos reconstruidos, con una gran parque, un museo, dos cafeterías, una pista de padel, un parking para mercedes y otro para volwagen, una librería, un agora para artistas.
El socialista gimió emocionado:
Ohhh, ohhh,, ohhhh.
Fue corriendo ciento cincuenta y uno al ayuntamiento mientras la bella alcaldesa le preguntaba al espejo de su despacho:
espejito espejito, ¿ dónde encontraré más votos que hagan que me mantenga siempre en mi dulce puesto?
La sombra de ciento cincuenta y uno se proyectó simiesca sobre el espejo eclipsando la bella figura de la alcaldesa más bella de España. Como vil lacayo , le contó una nueva zona de desarrollo económico. En el espejo empezaron a verse los molinos, los árboles, la fabrica abandonada de la luz, a la alcaldesa con un vestido de seda largo cuya cola de seis metros sujetaban ocho palmeros. De su brazo iba el director de inem gritando a la prensa: vamos a crear 30 puestos de trabajos de calidad en esta zona. Tras ellos, caminaban como una masa gris y sin forma un grupo de desarropados, sin trabajo agradecidos porque ahora iban a trabajar unos meses.
ciento cincuenta y uno en el espejo, iba subiendo y bajando con los dedos sobre la superficie las imágenes de la zona. El viejo molino aparecía con sus arboles llenos de aves creciendo en su vieja balsa:
atraeremos inversiones de escuelas taller en la zona de los molinos que desinflarán el paro de forma artificial. Tendremos un discurso caladero de votos de un ayuntamiento que se preocupa de los fracasados de la esso, a los que da una oportunidad formativa y laboral. Lanzó su dedo indice y aparecía la fabrica de la luz distante unos 200 metros del molino. Fue primer edificio donde se instalaron las bovinas para fabricar corriente eléctrica-
EL felón siguió con su splanes de expansión:
-Transformaremos la fabrica de la luz en un museo de la paz. Esto atraerá a la gente como moscas. La gente desea vivir en paz aunque no lo parezca. El espejo penetrada por las paredes de la vieja fábrica llena de telarañas y adelantaba como iba a quedar. Una gran nave de espacio blanco con grandes salones donde bailaba la aria alcaldesa de vall d´uixo vestida de tirolesa junto Hitler que gritaba eufórico:
Haz el amor y no la guerra.
Enanitos repartían globos y matasuegras entre los asistentes a ritmo pop del grupo inglés Oasis.
Un camello pasaba por el ojo de una aguja para salvar a los ricos.
Los empresarios repartían monedas de chocolate entre sus operarios en vez de salario.
cruzaba por el salón un rebaño de ovejas con un joven y bello pastor que tocaba la flauta y le seguían docenas las chicas enamoradas que iban tirando su ropa al suelo y besando por donde pisaba el pastor.
Que bonito es un museo de la paz ciento cincuenta y uno- comentó la alcaldesa, cuando de repente variaron las imágenes en el espejo. ahora aparecía una visión que distorsionaba con lo anteriormente visto. En el paisaje desolado de la zona, surgía un hombre pobre empujando una carretilla con garrafas de agua. EL viento frío mecía sus desordenados cabellos castaños. La carretilla hacia un tortuoso camino a por agua, votaba entre las piedras, subía y bajaba cuestas y un puente de madera. Luego volcaba las garrafas en un bidón. Sus piernas acostumbradas al esfuerzo parecían dos torres, y sus brazos de tanto trabajo era semejantes a los de un sansón agricultor. Su mirada era fiera. La alcaldesa ante este arcano hombre semejante a un bárbaro, preguntó sobresaltada a ciento cincuenta y uno:
¿ quién es el bárbaro?
Ciento cincuenta y uno con rabia le explicó:
Se trata de un ocupa alcaldesa , y okupa de los que se escriben con K las palabras
Por dios, un ocupa en vall d´uixo estando los socialistas. ¿ cómo es posible? ¿ Y que harás con él?- irritada preguntó la bella alcaldesa.
Intentaré echarlo. Lo juro por la espalda de ZP.
El bárbaro se sitúo entre inmensas garrafas que solo él podía cargar diariamente sin herniarse. Sabía que lo estaban mirando desde el espejo del despacho ayuntamiento.
Empezó a hablar mientras la alcaldesa y su lacayo de pie le contemplaban como si no le vieran.
La vida en esta zona hasta la llegada de los políticos era sencilla y estable.
Sin embargo, alguien pensó que en este lugar lleno de paz , pobreza y belleza, de respeto al pasado y sus misterios, podría sacar partido electoral, poder y dinero. Sin embargo de todo eso aquí no había nada, pero se podía encontrar de todo ello en grandes cantidades si lo cambiaban todo . Solo que había que inventarse un relato. De este modo se creo la epopeya de un museo de la paz. El museo de la paz era la excusa para atraer turistas . Los turistas llevarían consigo dinero que es lo que secretamente se deseaba . Y el dinero darían prestigio a los poderosos. En la paz evidentemente nadie creería. La paz sería un orden más en el museo. allí se explicaría cuanto pesa la paz, lo larga que es, en que lugares se encuentra y en cuales no, cuanto cuesta mantenerla a través del ejército y la policía. Gracias al museo de la paz la zona tendría valor diferente al que tenía. Solo fue necesario traer un grupo de personas para degradar la zona . Las hierbas morían bajo los pesticidas que lanzaba una escuela taller para que no crecieran y quedará ese lugar como un solar arrasado.La huerta ecológica quedó contaminada, igual que los olivos de alrededor y mangranos los que los vecinos comían, los que se querían proteger las autoridades con medidas tan ecológicas como arrasar una charca llena de fauna protegida para que no hubiera mosquitos que los molestaran. La zona se convirtió rápidamente en un lugar contaminado, espiritualmente despojado de su identidad que se preparaba para recibir el impacto de turistas, museos, el desplazamiento de los nativos, la vigilancia policial, las camaradas de seguridad desde los muros con alambres de espinos que rodeaban oficinas turisticas , la represión contra el último campesino que quedaba allí arruinado, contaminado, alimentado con productos cancerígenos que le vertía el Ayuntamiento para ahuyentarlo o martarlo.
Ciento cincuenta y uno- cubre el espejo con una manta, ya he visto bastante. ¿ Crees que vivirá mucho ese perro? pregunto la alcaldesa a su lacayo.
Este movió la cabeza haciendo ademán negativo
Se esta suicidando poco a poco, come productos con glifosato . Le fumigamos a diario. pero si para el próximo taller de empleo sigue vivo, le enviaremos al intente 0064.
bien- exclamó la alcaldesa mientras entraba su secretario.
¿ donde toca ir?
al comedor de un colegio con niños mutantes, y con cáncer de la colonia de san antonio- le dijo este.
Perfecto- exclamó la alcaldesa,preguntado ¿ que me pongo para los mutantes?
de virgen del remedio – sugirió el secretario.
Dinos Loli ¿ La zona hace milagros? un par de gemelos unidos a un mismo cuerpo del que se querían separar le preguntaron. loli giménez miró el tarro, el tarro del principio de nuestra historia. El del cuarto vacío, el del poema de Loli. ella nunca dejaba este tarro, lo llevaba siempre en sus manos. ahora estaba de nuevo lleno. Y ella lo compartía porque su deseo más intimo era ese, compartir. aunque al hacerlo siempre la vaciaban. La gente la devoraba poco a poco hasta dejarla vacía. sacó del tarro una oreja para consultar. Según ella, se trataba de la verdadera oreja de angelillo de uixo. susurró a la oreja de un forma muy suave. La oreja sintió casi como si la besaran, pues sus palabras eran una caricia para la oreja. Loli estaba embriagada de felicidad, con los ojos cerrados, entregándose a la oreja de rodillas delante de la multitud que la seguía en el monte de los Perdidos. Un enorme corcel blanco cabalgando colina arriba apareció. se abrió paso entre mutantes, enfermos, vagos, leprosos, desempleados de escuela taller, podemitas, hasta llegar a Loli. De alguna forma entendió Loli el lenguaje del animal mandado por algún espíritu que la amaba . se subió a él empezando a cabalgar libre por el valle. Abrió el tarro a galope tendido cuando se cruzó con la procesión del beato Recadero Centelles fusilado por los rojos al que homenajeaban el partido socialista, compromis e izquierda unida. Sus dulzura empezó a caer sobre los cuerpos de los asistentes, así como trocitos de angelillo endulzado con Loli. La gente se llevaba las manos a la boca para probar aquello que les caía, tiraron a una cuenta el cuerpo de Recedero Centelles. De este modo angelillo cumplió su deseo en la zona. Deseaba sacrificarse por los demás para mejorarlos. Pero sabia que necesitaba dulzura para ello , de lo que carecía. De este modo encontró el tarro de Loli en el cuarto oscuro. Ella era también él y él era ella. Ella era Dionisios. ÉL Jesucristo.
Angelilllo de uixó.