Te amé como una loca, poeta desquiciada,
te amé como nadie te amará jamás,
me cansé de esperar por ti ser amada,
que este amor que sentí, no lo siento mas.
Amé las palabras que salian de tus versos,
soñé con tantas cosas que no podrán ser,
y todo ese dolor, se convirtió en silencio,
silencio de un alma, que no pudo querer.
No mataste mis sueños, ni mis utopías,
todavía me quedan muchas ansias de amar,
amar de frente, con el corazón y la alegría,
de sentirme viva y ser *yo misma* al olvidar.
¡¡Hoy te digo ADIOS, vendedor de ilusiones!!,
ya volverás a engañar otros tontos corazones,
y te digo GRACIAS, porque no esperaba,
que mi alma tuviera fuerzas....
¡¡Para volver a amar!!.
María Hodunok.