Santiago Esquivel

La Tristeza Descomunal De Alguien Sometido a Sus Errores

 

Los pensamientos paradójicamente no me dejan pensar

Las ideas tardan cada vez más en  llegar

Y con este agotador intento de voluntad

Intentó sacar alguna parte del vacío de mi interior.

 

Incauto es el enojo al intentar salir

Hace eco en el porvenir de la vida diaria.

Fríamente pensativo está el desacuerdo

Que permanentemente me hace renegar solo

 

Con los pormenores cansados de silencios

El sórdido manantial de  lágrimas decaía,

En pequeñas cantidades que recorrían mis mejillas

Y al pasar quemaban mi piel como brasas ardientes

 

Mis propias lágrimas se reían por mi estado

Su risa penetraba en mi alma sombría.

Consideramos todas las alternativas posibles

Pero la decisión fue mutuamente errónea.

 

Ambos ojos lloraban amargamente su pena

Nos mirábamos fija y firmemente.

Era tanta la tristeza a la que nos sometíamos

Que las nubes lloraron junto a nosotros.