Adentrándome inconscientemente a los terrenos ya bastante transitados de mi soledad me dispongo a saborear nuevamente la amargura intolerable de tu necia ausencia. Y si bien es cierto que no me resulta comprensible lo ilimitado de un amor no correspondido, aun sigo en vigilia constante de aquellos sueños y aspiraciones lejanas e incesantes que permanecen aferradas a este porvenir impalpable y difuso que hoy se manifiesta como mi única verdad.
Es inevitable cuestionarme Cómo podría yo desprender del corazón una pasión tan vehemente y Aparentemente inagotable, que se apodera de mi cada día mas y me envuelve, me secuestra, me encarcela, Convirtiéndome sin piedad en su fiel devota. Cómo podría yo arrancarme de mi centro una pasión que sin saberlo se transforma en espíritu, mantra, credo, oración y me eleva como pluma en el viento.
Pues la respuesta es simple ya que No podría Yo cometer semejante sacrilegio insensible de asesinar sin compasión algo que me transmite, de forma intermitente para mi desesperación, una inestable tranquilidad.
Y eso es todo lo que se.