Tus versos son
dolores sobrevalorados
de burgueses aburridos
Sentís que te agrietan el alma
y te heredan la luna y el humo
y los servís en una copita quebrada
brindando a tu insanía
Pero
hay milagros presos
y ríos que naufragan en cuerpos sin voz
Hay agujeros que no se llenan de pan
y pozos cada vez más llenos de abismo
Está así el mundo, más podrido...
Pero no: vos sufrís tu amor burgués
y jugas a la tristeza
esa lágrima es tu lujo de hoy
Y también la mía.
no me quejo.
Yo hago lo mismo, viejo.