Ojos cerrados que pernoctan
en un segundo de entrañas
en cielos oníricos.
Susurro que corre a través de
venas metálicas y bullicio.
Pasos agitados que gimen, que corren
que revientan y tropiezan en las entrañas
de carne y tierra que se amalgama con pupilas
sin columpios.
¡Reparos hechos lanza! !hechos relámpagos!...
Hechos cristal roto que se asoma
en arrugas sobre mejillas.
Que se hacen polvo y silencio.
Palabras afónicas que iluminan adjetivos
con manos hechas árboles y pasos escarlata
que reviven.
Tambores y cánticos que mueven en viento
que hablan debajo de las cicatrices;
que corren ligeros
sobre ruinas de lava y pantanos;
que revotan sobre roca
y moldean nuevos latidos en ojos de águila naciente;
nuevas alas que se ciñen al lienzo celeste.
Octavio Márquez