Letras danzando en la mañana
de un cerebro cuasi dormido.
Signos que puntuan precipicios.
Vienen avecillas
a comer migajas de vocablos.
Hay una interjeccion de cielos
y unas metaforas liquidas en el piso,
Verbos caminando tras palabras.
Y un aroma a hojas de cafe y amoniaco.
Hay unas voces delirando
un desfile de pasos en la mente.
Revoluciona el dia su rutina.
Callado silencio anodino
y un repiqueteo de teclas
y de paginas esparcidas
y vuelven aves
y caen las plumas desde
el techo de las nubes
y un aroiris se posa en mis ojos
sin colores,
se asesina el cromatismo
y revolotean las alas,
el viento sopla
y se lleva \\
una a una
las palabras.