Grítale a tu silencio.
vive este pecado alarmante,
fortalece el atrevimiento
de tus insensatas dudas;
alimenta tus interrogantes.
Grítale a tus temores;
Dile que nada es como antes,
dejar volar tus expectativas,
no pienses en consecuencias,
ni razones limitantes.
Hállame en los riesgos,
seamos valientes, desafiantes,
vivamos una ocasión única,
palpemos frutos, logros,
una esperanza tajante.
Coméntale a tus miedos
que me viste deslumbrante,
déjalos vagar a la suerte,
y satisface el impulso
de unos deseos vibrantes.
Llega al abismo, lánzate,
deja que mi vos te encante,
vive el golpe de una frase.
Llenaré tus oídos vírgenes
de pasión y palabras picantes.
Espanta la cordura,
bebe un sorbo delirante,
dime que opina tu piel,
de las caricias hilvanadas
por mis manos expectantes.
¡Viva la imprudencia! Grita.
libera tu anhelo dominante,
miremos bailar a nuestros labios
la danza del beso ajeno;
danza del buen amante.
Eric Rancol González