Lúbrica con tu lengua
pule mis caderas como el mar la roca.
Sedúceme con tu aroma a tabaco y maderas finas
mece tus labios, en cada uno de mis lunares.
Deja libres tus manos
Que recorran toda la constelación de mi cuerpo
Susurras a los vientos que soy tuya,
Calla mi silencio; con besos de fuego poeta
Dejame beber de tus palabras y caricias
otro mundo siento a tu lado
Rompe estas paredes frías
Calienta con tu cuerpo mi piel desnuda,
Has una reverberación de mis gemidos
Callando todos los ruidos, de la ciudad a obscuras
Antes fui un glacial en sus brazos
Las primaveras fueron frías a su lado,
Las lluvias quemaban mis alas,
Mis ojos veían como se desfibraban mis ganas,
moría de apoco tan a diario
Cuantas religiones queme en su nombre
Mi sangre dolía, al transitar con mis latidos por amor,
El meridiano de mi cuerpo para ti fue una locura,
Para el solo un punto geográfico sin destino ni llegada
Las aves blancas volaron en tu nombre
Cuanto te sentí tan adentro y olvide quien era,
Las estrellas brillaron intensas
Fueron llamas en el cielo..
El terreno de mi cuerpo
Volvió a ser fértil,
Y la hermosura del sexo
Adorno tu nombre encerrando el de el
Inclinado mi cabeza a tu gloria
Tomando todo con mis labios,
Me bebi todo tu semen,
sientiendo que me quemaba en gloria
La constelación de Andrómeda,
brillo de nuevo en todo el universo
la verdad es que mis senos
Como montañas de nieve relucian a tu brillo
Apostando por tu conquista
delatando mi más profunda verdad,
Que te adoro sin ser nada
Deseo invadas nuevamente mi cuerpo
Lo apreses y lo hagas sudar,
Hasta sentir toda tu carne
Prolongándose como la sangre en mis venas
Juntos en periferico corriendo
mis fuerzas son las tuyas,
Y ese paraíso frio en el que estuve
Se ha convertido en lava al rojo vivo
el placer y el deseo
Bajo este cielo que calla; pero observa,
Los dioses ausentes no salvan del pecado,
Tu preso y yo libre
El instante exacto de un gemido
Llega con el orgasmo mutuo,
Sígueme en las estrellas
Que siempre seré tu diosa
Andrómeda....