“Pero tú, ¿quién eres?
¿Por qué estás metida en mi cabeza cada día?
Siempre me haces escribir en mis libretas. Y en mis ilusiones te cito con versos y prosas.
Te encontraré, tan pronto como pueda ordenar mi mente hoy, ésta noche.
Te encontraré tan pronto pueda dormir las benditas noches de insomnio.
Te encontraré tan pronto como pueda saber si aún sigues sonriendo en ocasiones cuando escuchas mi nombre.
Te encontraré tan pronto como se va enero, tan pronto como susurra el viento en otoño, tan pronto como el verano quema”