Edmundo Onofre

PUERTAS

PUERTAS


Me acerqué a tantas puertas. Tuve miedo.
No sé de dónde brotó valor
para tocar una por una.
Algunas se abrieron;
alcé mi rostro avergonzado
recibiendo miradas desconfiadas,
desprecios, palabras tibias,
bosquejos de sonrisas.
A cientos de puertas me acerqué
creyendo torpemente en la calidez.
Fui ingenuo,
pocas se abrieron de verdad.


Algunas apenas dejaban ver haz de luz,
ninguna de par en par.
Sólo quería saludar
y si era posible mi apoyo ofrecer.
Nada necesitaba.
Prejuicios, recelos brotaron al instante
sin darme tiempo a expresar ni una sola palabra
o alguna explicación.
Yo, triste, frustrado
me alejé de ellas
para jamás volver.
Sólo quería ayudar.