Pequeña perla.
Deambula libre
por la casa,
se siente dueña.
Su voz, con tono
conquistador,
retoña sonrisas
en la tristeza.
Ahí está ella;
ocurrente, vivaz,
cargando besos
para papá y mamá
siempre que llegan.
Ahí está esa pequeña,
Logra comunicarse
con pocas letras,
sus labios forman
ilegibles palabras,
ideas inconclusas,
oraciones mal hechas.
¡chichi! Dice aún ella,
y señala el biberón,
allá, a lo alto,
donde aún no llega.
Esa es mi pequeña.
Sus diminutos abrazos
liberan una carga,
fatiga que cada día
el trabajo me deja.
Ella es la dueña.
Mi pequeña perla
deambula por la casa,
razón de mi felicidad.
es mi mayor logro,
mi calma, mi paz,
Ahí está ella; la dueña.
Eric Rancol González