Otra noche en el chirrido del silencio.
Los pensamientos se balancean en el tiempo.
En la nada se desprende el péndulo
absorbiendo mis temores causando vértigo.
Un grito transcurre por mis entrañas
entre espasmos de agrio sufrimiento,
un reflujo de heridas escupo al viento.
Lágrimas mudas avanzan por mi rostro
que tiene una guerra con el desasosiego,
marcada por las garras de la soledad.
Encamino mi alma a una grieta en el manto astral.
Trató de flotar en lúgubres heridas.
Escalo montañas de nieve que ciegan mi mirada
con una niebla maldita de ruegos de mujeres.
Mujeres tapizadas por mi falsedad,
enjauladas en el dolor desalmado
incitado por palabras de infiel amor.
Otra noche goteando muerte.
Fragmentado en el desastre de vivir.
Los matices del destino se acongojan
adhiriéndose al compás de mi vida.
Que en cada lapso del tiempo se va
desflorada en el arrebol de la tempestad.