Mundo sin palabras
Ya no hay palabras.
Alguien, las ha matado,
alguien de aliento a muerte y ojos blancos.
La tumba cavó, entre raíles de lagunas mentales,
pisoteando calvicies de sonidos y llantos.
Chubasqueros de flores, protegen el sudario.
Ya no hay palabras.
Vuelan los santos,
sobre la cruz del alma, dejan su manto.
En noches oscuras de gran calvario,
Poetas, palomas y relicarios.
Sostienen y besan los pies descalzos.
¡Ya no hay palabras!
Se oyó un exclamo.
¿Dónde el lenguaje? a voces de espanto,
interrogan las viudas a sus rosarios.
¡Refúgiense, hombres, a los armarios!
El mundo en silencio; la vida, sin cantos.