¿Aún no te has dado cuenta?
que tiemblo cuando te miro,
que me queman tus suspiros,
y tu risa me alimenta.
Que mis manos se atormentan
con caricias abortadas,
que me ahogo en tu mirada...
¿Aún no te has dado cuenta?
Que duermo para soñarte
y en mis noches de desvelo,
para poder contemplarte,
levanto la vista al cielo;
porque sólo para amarte
mi corazón alza el vuelo…