SED CIEGA
Quise saber cómo eras tú a ciegas.
Tus efluvios gustar; textura,
pigmento, locura,
Interna tibieza,
cabello en fricción.
Quise sentir el golpe de tu mano
Sobre mi escueta piel, electrizada.
Alucinación del resuello en mi oído.
Tu peso en mi peso cabalgando.
Quise que fueras tú a ojo cerrado,
sin recelar del bullicio de esa risa
Burlona y por medio del husmeo evidenciar
de todos tus rincones la sustancia.
Por eso, por querer sentir sin verte,
en mi delirio me extirpé los ojos.
Luego al abrir los párpados, no estabas
ni tú ni aquello que ávido soñaba.
Arturo Mora / 17