J Enoc Monrom

PINCELADAS DEL AYER.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma… ¡Yo no sé! César Vallejos.

 

 

Estoy muriendo… ante la asfixia de tu recuerdo,

y la mirada dolida encierra mi nostalgia,

es cruel seguir amándote después de lo que pasó,

pero te sigo amando por algún motivo,

A veces quisiera arrancarme tu rostro de mi mente,

como la muerte la piel del vivo, pero no lo consigo,

es un designio maldito,

donde el dolor de mi corazón persiste

como si la naturaleza de tu cuerpo quedase impregnada en el mío.

Y vuelvo tras huellas espinadas,

que ensangrentando mi espíritu te odia,

no quiero verte más,

pero mi cuerpo te reclama a gritos,

el desasosiego hirió mi alma,

y tú ni siquiera te dignas a prestarme tu mirada,

Quiero ser mensajero de muerte,

y quitar de tus sueños la vida,

arrancar de tu rostro la indiferencia,

y volverte tras los pasos de nuestro amor…

Ay! Pobre hombre! Terminaré acaso volviéndome al vomito…?

¡no se! pero la culpa acecha mi caja de recuerdos,

no consigo por lo tanto… evitar que las palabras te mencionen.