Edmundo Onofre

SILENCIO LEGIBLE

SILENCIO LEGIBLE

Llegamos solos, solos nos vamos; gran parte de
nuestra vida andamos en silencio contemplando lo
que vemos, conversando con nosotros mismos,
dialogando con nuestro ser interior. Existencialmente
somos seres solitarios, andamos en silencio,
habitamos en él.
Muchas veces hablamos con palabras, otras
tantas nos comunicamos sin ellas, sólo con gestos y
actitudes. Nuestro lenguaje en ocasiones no es capaz
de expresar lo que verdaderamente sentimos; y de
verdad, no hace falta decirlo todo con palabras,
nuestra expresión… el silencio basta.
Meditaciones llevan por largos caminos, por
infinitos pensamientos que nos introducen en
reflexiones íntimas, haciéndonos sentir frágiles y
vulnerables a todo lo que nos rodea; pero cuando algo
viene a presentarse un tanto oscuro, aparece la
claridad que eleva a las más altas dimensiones,
donando de dignidad y trascendencia, situaciones
particulares y únicas, reservadas solo para el hombre
y que sin duda nos merecemos.
Para comunicarnos no hace falta palabras, la
actitud, nuestra postura es suficiente; incluso el
silencio comunica, traspasa sentir, expresa
sensibilidad; pero no necesariamente el silencio
estático, mudo y hermético, sino el que transmite y
comunica… el silencio legible.