Retorné en un lugar de paz y silencio
mi sed sacié desde el mismo cantaro,
las horas volvió a transcurrir despacio,
en este santuario familiar hallo, amparo.
Cantos de las aves revivió mi conciencia,
este refugio de mi heredad no tiene paga,
de nuevo amor sencillo cobra presencia,
la atmósfera tranquila la tristeza apaga.
En los ojo de mi madre veo; hijo te quiero,
cada abrazo de hermano es puro cariño,
en el seno del hogar revivo amor primero,
a pesar de los años volví a ser como niño.
La casa de mi niñez aun siento como mía
está llena de luz y espacios multicolores,
no hay lugar vacío en este templo de alegría
es jardín de recuerdos con perfumadas flores.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Volviendo al santuario mis de amores, aun es mi hogar y jardín de lindas flores…