hector elgueda

Migrante

 

“Lo vi sentado solo en el metro, a su alrededor gente de pie. El asiento de al lado estaba desocupado. Lo vi y me miró. Me acerqué con mochila y celular en mano y me senté a su lado. Me miró extrañado. Le pregunté porque me mira. Sólo atinó a decir: ¡Gracias!  (Un haitiano de color y yo en un día cualquiera)”