Del Maestro Fernando Cruz,
de Cruz Fernando el Maestro.
Vengo a contar en su ausencia
su historia con mucho respeto.
Padre, esposo y guitarro.
Polvo y cremado esqueleto.
Todo eso era Fernando,
eso es ahora el maestro.
Por los pasillos andaba
siempre calmado y risueño,
uñas largas en una mano,
y en la otra su instrumento.
Nunca cerraba la puerta
al estudiante indefenso,
siempre llenaba sus clases
de basto conocimiento.
Valses, bourres y sonatas.
nocturnos, jazz y minuetos.
Vibraban nuestras guitarras
como ahora vibran los versos.
¡Ay de mí pobre Maestro!
Las cuerdas desconsoladas
lo buscan en mi recuerdo,
sin embargo, no hay cura,
no hay camino, no hay nada
que calme su sufrimiento.
¡Se lo ha llevado la parca!
¡Se lo ha llevado muy lejos!
Hoy mi corazón le canta
en este Día de Muertos.
Padre, esposo y guitarro.
Polvo y cremado esqueleto.
Todo eso eras Fernando,
eso eres ahora Maestro.