Son tus flores sensuales
con hermoso colorido,
que recuerdan los celajes
en aquel pueblo dormido.
Tienes porte de gigante,
con tus largas ramas extendidas
que sostienen esas flores encendidas.
En verano te desvistes
para dormir la siesta,
a no morir te resistes
cuando en mayo te vistes de fiesta.
Aunque a veces pareces muerto
riegas las semillas
de tus vainas en aquel huerto.
©Mirna Lissett Carranza Archila