En los tiempos tejidos con silencios
Cuando los álamos florecían enhiestos
Creo que hasta el sol sonreía al verte
O quizás tú sonreías al ver el Sol.
Aquellos días bordados con hilos de oro
Sonreías al contemplar el dichoso girasol
O tal vez el girasol sonreía al verte a ti
Pero tú corazón gritaba ¡Te adoro!
Cuantas flores en tu nombre sembré
Llenabas de suaves aromas el atardecer
O la tarde te llenaba de aromas no lo sé
Sólo sé que ésos días te amé
Mi pueblito de callecitas empedradas
Olorosas flores, jarritas de barro
Adornaban tus sinuosos pasos
O quizás tus pasos adornaban mis calles
Un día de mi pueblo me fui
Allende el monte ligero crucé
Para enfrentar la vida debía estudiar
Entre tortuosas calles me perdí
Pasaron los años que contrito estudié
Sediento de amor esperaba el regreso
Pues había prometido esperarme
Amarme sin jamás olvidarme.
Llegó el día radiante con esperanzas volví
Ansioso las pétreas callecitas recorrí
En otros brazos a mi amada econtré
Mis sueños y ansiedades perdí
Desde entonces mi alma llora
Cantando a las jarritas de barro
A ésas callecitas empedradas
Que un día testigos fueron
De un amor que juramos sería eterno.
Lima, 28 de octubre del 2017.