un canto de sirena
desangra los cielos,
hiere a la noche
con dulce melodia
Y eleva el alma
a la inevitable embriaguez
de lo sublime y perfeco,
majestuoso instante,
encanto sin precedente,
lluvia angelical
bendice los oidos
y estremece al ser
en lo inesplicable,
susurro del viento, trinar de aves...
aventuras al espiritu
en el alto vuelo,
en la magia y el hechizo,
en lo excelso y supremo.